Para calibrar cualquier trabajo de Akira Toriyama hay dos varas de medir: ‘Dr. Slump‘ y ‘Dragon Ball‘. La primera es su mejor obra, el tebeo de humor perfecto, y la segunda es una gran obra, durante cuya primera etapa dio con la mezcla perfecta de acción, humor, aventura y fantasía. Todo lo que ha hecho Toriyama después de 1995, cuando cerró la historia de Son Goku, se ha mirado bajo este prisma y, por tanto, nunca ha estado a la altura de las expectativas. Aún así, su obra sigue vigente, con constantes reediciones -ahora, ‘Dragon Ball Color’ y ‘Sandland’- e incluso material nuevo -Planeta anuncia para 2015 ‘Jako the Galactic Patrolman‘, su más reciente creación-. En estas, llega a España una ‘rara avis’ en su producción, ‘Katsura Akira’ (Ivrea), un cómic realizado a medias con Masakazu Katsura, estrecho amigo de Toriyama y a la sazón creador de series tan populares como ‘Video Girl Ai’ o ‘I»s’.

¿Qué tiene de especial ‘Katsura Akira’? Su atractivo comercial es incontestable: supone la colaboración entre dos de los mangakas vivos más conocidos. Además, algo inusual en la carrera de ambos, Toriyama se encarga en exclusiva del guión, mientras que Katsura lo hace del dibujo.  El propio Toriyama no tiene ningún pudor en confesar, en la entrevista al final del tomo, que esto se debe a que le daba pereza coger los lápices y que, puestos a que alguien llevara al papel sus historias, qué mejor que su amigo Katsura, con el que tenía la suficiente confianza para tratarse de igual a igual.

Este tomo recopila dos historias cortas realizadas respectivamente en 2008 y 2010, con motivo de números especiales de revistas de la editorial Shueisha. En la primera, ‘Sachie Goo‘, se nos presenta a unos extraterrestres que viajan a la Tierra en busca de un campeón que acuda a su planeta para vencer a unos villanos espaciales. Por confusión, acaban llevándose consigo a Sachie, una pizpireta ‘cani’ con más morro que espalda, y que esconde más fuerza de la que su apariencia hace suponer.

Página de 'Sachie Goo' en su edición japonesa.

‘Sachie Goo’ es una historieta humorística, un divertimento sin ningún tipo de pretensión, en la que Katsura se aleja de su dibujo habitual y ensaya un estilo cercano al pop. Lo más interesante de ‘Sachie Goo’ es que plantea la existencia de una «patrulla galáctica» que pone orden en el Universo, una idea que, veremos, desarrolla más en la siguiente historieta y en la reciente  ‘Jaco the Galactic Patrolman’.

La segunda historieta es ‘Jiya‘ y tiene algo más de longitud y enjundia. El protagonista es Jiya, un patrullero galáctico que acude a la Tierra para investigar los sospechosos datos que desde allí remite un compañero suyo. Cuál será su sorpresa cuando, en lugar de encontrar un planeta sin ningún tipo de interés, tal como referían los informes recientes, se topa con que un monstruo está exterminado a los humanos con la ayuda de unos seres extraterrestres. Jiya tendrá que parar la matanza y desvelar el misterio, y para ello contará con la ayuda de una caprichosa niña rica -sí, un clásico en las historias de Toriyama- y el fiel criado de esta. A partir de aquí, mucha acción y humor, en la mejor tradición de Toriyama, y un Katsura mucho más reconocible y con ciertas concesiones al estilo gráfico de su amigo.

Página de 'Jiya' en su edición japonesa.

Volvemos al principio. En la ‘escala Toriyama’, ‘Katsura Akira’ está muy por debajo de los niveles de ‘Dragon Ball’ y ‘Dr. Slump’. Sin embargo, eso no quiere decir que defraude, ya que tampoco cabía esperar mucho de esta colaboración puntual entre colegas. Y tiene un elemento ciertamente interesante, y que hace que sea un manga a tener muy en cuenta. Nos referimos a la idea de los patrulleros galácticos, un concepto ciertamente atractivo, y con suficiente potencial como para que Toriyama le haya dedicado su nueva obra, ‘Jako’, que se publicó en 2013 en Japón. ¿Vencerá el maestro su sempiterna pereza y se animará a volver una vez más a este  universo para crear un manga de peso? Esa es la semilla de esperanza que planta ‘Katsura Akira’, y solo por eso ya vale la pena su lectura.